Amada Humanidad, os abro el conocimiento a la Verdad de la Luz de Mi Corazón.
Os quiero congregar a un gran ejército, cuyos soldados son hombres de fe y de valor.
Os quiero hijos, cómo un rebaño bajo Mi Callado, abandonados a las virtudes que derramaré abundantemente en aquellos que están dispuestos a luchar para poder llegar al nuevo tiempo, en donde el conocimiento perfecto del Amor de Mi Padre inundará la Tierra.
Y será para siempre el mal desterrado arrancado de raíz.
¡Disfrutaréis de los frutos y gracias sobrenaturales si confías en Mí. Quitaré todo mal de la Tierra, sí, la purificaré y santificaré!
Yo Soy El Cordero de Dios Inmaculado y vosotros sois la buena semilla.
La virtud sale de Mi Corazón.
Ah…. amada Humanidad benditos de Mi Padre… venid y sed todos Uno conmigo, alzad la voz, el tiempo ha llegado, abundante es la cosecha y pocos son los segadores. Venid hijos a Mí, llenaos del gozo interior y la paz que ahora estoy derramando en el interior de cada corazón.
Oh profetas Míos, salid a los caminos salid a las planicies, los valles, los cerros y las montañas.
El tiempo ha llegado, y los pueblos, las tribus y las naciones serán sacudidos en el estrépito del día del juicio.
Mis ángeles ya están listos para señalar a las naciones culpables la ruina moral y espiritual, ha caído como una gangrena terrible.
¡Aquel Shema Israel, Adonai Ejad! vuelve a sonar con estrépito, cómo si fuese una trompeta del Juicio final! Yo El Señor veré las almas y estarán frente a Mí.
Caerá el fuego! Oh… sí, naciones Mías… un fuego abrasador y nadie tendrá tiempo de escapar. Pues el miedo se apoderará de sus vidas, querrán correr, pero tropezarán y el fuego arderá, llorarán por sus pecados cometidos, sufrirán amarga y tristemente al pie de Mi Gloriosa Cruz!
Si, caerán de rodillas y ahí os convertiré os sanaré y os transformaré!
Del cielo caerán rayos y centellas sobre los templos cerrados y abandonados… ¿No os conmovéis acaso de ver mi Amarga Soledad?.... Pues abandonado y solo estoy en los Sagrarios.
Ah… Humanidad, la mano de Mi Padre os sacudirá, si sacudirá la Tierra y vosotros os preguntaréis:
¿Cuál es la causa, el enojo, la ira y la cólera del Señor?
Los profetas de los últimos tiempos vendrán cargados de pena y de zozobra y hablarán…. Sí, a los cuatro vientos. El fuego y la brisa cubrirán la Tierra, y al unísono los pueblos gritaran:
¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!
Ah… Me volverán y sabrán que se Me ha dado Todo el Poder en el Cielo y en la Tierra! Y al unísono los buenos dirán una y otra vez:
¡Bendito sea Dios, El Señor que hizo el Cielo y la Tierra!
Visitarán Mi Santuario, Mi Santuario será el Cielo y la Tierra, los montes las planicies, los valles y las montañas.
Mi Gloria será derramada sobre los pobres pecadores, el injusto, el pecador, el traidor y el infiel se llenarán de tristeza…
Oh sí y el alma les dolerá…
¿Cómo duele el alma?
Oh Humanidad muchísimo, sin límite, hasta que sus ojos queden como cuencas vacías sin lágrimas y sin brillo.
El látigo de la Justicia de Mi Padre azotará a los impíos, más Mi gran Misericordia llenará los corazones de los fieles, aquellos que amaron Mi doctrina y jamás fueron contaminados con la blasfemia la herejía y el error. El gran cisma ha caído y el impostor se acerca al Trono que no debe ocupar.
La tierra y los mares serán sacudidos, los torbellinos y tornados y múltiples incendios cubrirán los bosques y un virus letal inundará la Tierra.
El genocidio, los actos de lessa humanidad están brotando y los hombres buscarán como títeres o zombis en medio de la oscuridad donde refugiarse.
Ay Humanidad Mía… Serán cómo un ciego sin vista y sin bastón ni lazarillo, pues la ciencia torcerá el camino de la fe.
Cómo os ha dicho Mi Discípulo, el sexenio de meses ha iniciado, por lo cual el año civil presente será peor que el año que ha pasado.
El nuevo orden mundial os dirá… heme aquí y muchos lo buscarán y se dirán a sí mismos aquí está la comodidad y la seguridad.
Oh ignorancia terrena… que terrible flagelo os espera, cada uno pagará su error porque detestaron la renuncia y el sacrificio. Se tornaron infieles y siguieron al ministro del mal, la bestia apocalíptica que emerge de la tierra.
Acaso hijos Míos…. ¿No sabéis ahora que la bestia que emerge del mar pronto hará su declaratoria y su presentación?
Ah Discípulo Mío…. Mi remanente fiel sufrirá el exilio, la persecución, la humillación, pero si no dejáis la oración ante Mí, Yo Jesús, el camino de la Cruz, os tomaré de la mano y os ayudaré, en todo estaré con vosotros y seréis uno conmigo.
Las fuerzas del Anticristo y primer ministro jamás podrán venceros porque os habéis consagrado a Mi Corazón. Os amo hijos y os bendigo.
Fuente: https://sagradoscorazones.wixsite.com/apostolado/2021
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