Yo, el Discípulo escuché el sonido de una trompeta y luego el ruido de un tambor… cómo que iba a iniciar una marcha… vi a un ángel majestuoso que gritó: ¡Vamos a la batalla, no habrá retorno!
Luego el Señor Jesús me habló y me dijo:
Ah… Discípulo, haz un alto en tu camino, cobra aliento y fuerza, Mi Corazón y Mi Cruz están contigo, bebé de Mi Corazón la Sabia Divina. Que tu corazón lata al unísono al Mío y que tus pensamientos también sean los Míos. ¡La batalla ha comenzado! Las huestes del Anticristo están alistadas para el combate.
Ah….sí.... no habrá retorno!
Pero conmigo vencerás y Mi Cruz te sostiene! Brille Mi Cruz en tu prédica, porque hoy irás a diferentes senderos y traerás almas hacia ti. Tú acércalas a Mí, que confíen, que pidan perdón, que se consagran diariamente al Corazón Inmaculado de Mi Santa Madre.
Fuente: https://sagradoscorazones.wixsite.com/apostolado/2021
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