1) Reflexión:
También Jesús llora. ¿Recordáis el Huerto de los Olivos? Allí, el
Corazón de Jesús fue expuesto al dolor, al miedo, a la tristeza. Aquí Jesús te
renueva aquella triste escena. Pide adoradores, tiene sed de almas, y está
solo, abandonado, olvidado. Solo en la noche. Solo en las largas jornadas.
Siempre solo. ¿Irá quizá alguno a hacerle compañía? Jesús vive en el sagrario y
es abandonado por el hombre. Quiere ser su comida y sufre el rechazo. Derrama
por él su sangre y la derrama inútilmente. En vano el Señor llama adoradores a
su altar. En vano llama a las almas a la comunión; pero los hombres se obstinan
en vivir lejos de Él. Por eso, Él está triste.
2) Consagración al Sagrado Corazón de
Jesús por Santa Margarita María:
Yo,
(decir su nombre) me dedico y consagro al Sagrado Corazón de Nuestro Señor
Jesucristo; le entrego mi persona y mi vida, mis acciones, penas y
sufrimientos, para no querer ya servirme de ninguna parte de mi ser sino para
honrarle, amarle y glorificarle. Ésta es mi irrevocable voluntad: pertenecerle
a Él enteramente y hacerlo todo por amor suyo, renunciando de todo mi corazón a
cuanto pueda disgustarle.
Te tomo,
pues, Corazón Divino, como único objeto de mi amor, por protector de mi vida,
seguridad de mi salvación, remedio de mi fragilidad y mi inconstancia,
reparador de todas las faltas de mi vida, y mi asilo seguro en la hora de la
muerte. Sé, pues, Corazón bondadoso, mi justificación para con Dios Padre, y
desvía de mí los rayos de su justa indignación. Corazón amorosísimo, en ti
pongo toda mi confianza, porque, aun temiéndolo todo de mi flaqueza, todo lo
espero de tu bondad. Consume, pues, en mí todo cuanto pueda disgustarte o
resistirte. Imprímase tu amor tan profundamente en mi corazón, que no pueda
olvidarte jamás, ni verme separado de ti. Te ruego encarecidamente, por tu
bondad que mi nombre esté escrito en ti. Ya que quiero constituir toda mi dicha
y toda mi gloria en vivir y morir llevando las cadenas de tu esclavitud. Amén.
3) Acto de confianza en El Sagrado Corazón de Jesús:
¡Oh Corazón de Jesús, Dios y hombre
verdadero, refugio de los pecadores y esperanza de los que en Vos confían!; Vos
nos decís amablemente: Vengan a mí; y nos repetís las palabras que dijiste al
paralitico: Confía, hijo mío; tus pecados te son perdonados, y a la mujer
enferma: Confía, hija; tu fe te ha salvado, y a los apóstoles: Confíen, yo soy;
no teman. Animado con estas tus palabras, acudo a Vos con el corazón lleno de
confianza, para decirte sinceramente y de los más íntimo de mi alma: ¡Corazón
de Jesús, en vos Confío!
- En mis
alegrías y tristezas, Corazón de Jesús, en vos confío.
- En mis negocios y empresas, Corazón
de Jesús, en vos confío.
- En mis prosperidades y adversidades,
Corazón de Jesús, en vos confío.
- En las necesidades de mi familia,
Corazón de Jesús, en vos confío.
- En las tentaciones del demonio,
Corazón de Jesús, en vos confío.
- En las instigaciones de mis propias
pasiones, Corazón de Jesús, en vos confío.
- En las persecuciones de mis enemigos,
Corazón de Jesús, en vos confío.
- En las murmuraciones y calumnias,
Corazón de Jesús, en vos confío.
- En mis enfermedades y dolores,
Corazón de Jesús, en vos confío.
- En mis defectos y pecados, Corazón de
Jesús, en vos confío.
- En la santificación y salvación de mi
alma, Corazón de Jesús, en vos confío.
- Siempre y en toda ocasión, Corazón de
Jesús, en vos confío.
- En vida y muerte, Corazón de Jesús,
en vos confío.
- En tiempo y eternidad, Corazón de
Jesús, en vos confío.
4) Jaculatorias:
- Jesús
manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al tuyo.
- Amado sea en todas partes el Sagrado
Corazón de Jesús.
- Dulce Corazón de Jesús, se mi amor.
- Sagrado Corazón de Jesús, en vos
confió.
- Sagrado Corazón de Jesús, sed
conocido, sed amado, sed imitado.
- Dulce corazón de mí Jesús, haz que te
ame siempre más y más.
- Corazón de Jesús, Ardiente de amor
por nosotros, inflama nuestro corazón en tu amor.
5) Oraciones:
Rezar una Padre Nuestro, un Ave María y
un Gloria.
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