Santa María:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo os bendigo.
Truena vuestra fe en Cristo Jesús hijos míos, ha llegado la hora de vuestra batalla contra el enemigo infernal.
Estoy lista para entrar en vuestros hogares y unirme a vosotros, tomaros de la mano y conduciros como Corredentora en la última Obra de salvación.
Los llevaré victoriosos ante la presencia de mi Hijo Jesús, victoriosos contra el enemigo infernal, contra Satanás que será aplastado por mi calcañar,... a todos los que me siguen, hijos míos fieles, a los que me obedecerán en amor y caridad, que en virtud de la gracia recibida de su Dios Creador, avanzarán a mi lado sin demora alguna.
¡Hijos Míos, el Cielo truena! ¡La voz de Dios Padre inundará el Universo! ¡Esta Humanidad temblará! … Esta Humanidad perversa no quiere escuchar la voz de Dios, no se preocupa por nada, mira a su alrededor pero no entiende nada.
Hijos míos, esto no está pasando, la Tierra no os pertenece, os fue dada para una gran prueba, la que vosotros desgraciadamente no estáis pasando porque os habéis dedicado a las cosas del mundo abandonando las Cosas de Dios,... ¡las Cosas del cielo! ¡Aquellas que el Padre había prometido daros! Sumérgete en la felicidad eterna del amor.
La voz de Dios Padre truena en el Universo, truena el corazón de los hijos de Dios:
¡Proclamad! ¡Anunciad la llegada de la Santísima Virgen entre vosotros!
Anunciad el regreso de Jesús hijos míos, ya todo está completo.
Ha sonado la hora, la gran guerra está por comenzar, la lucha entre los pueblos está a las puertas, una gran revolución ocurrirá también en Europa,... ¡grandes serán las repercusiones de esta guerra!
¡Hijos míos, todavía no habéis entendido nada, os habéis dedicado al jolgorio! ... No tendrás recompensa, te has entregado al Maligno, ... ¡estás perdido!
¡La hora es de tinieblas, hijos míos, estáis prestando vuestro lado a Satanás, estáis yendo de la mano con el Mal! ... Como Madre vuestra, hay en Mí un dolor infinito: ... perder a los hijos, los que Jesús Me había confiado al pie de la Cruz.
¡Ay, no, hijos míos! ... volved a Mí pronto, con la ayuda de Dios podré reconquistar vuestros corazones, Me manifestaré a cada uno de vosotros, llevaré el Cielo a vuestra casa, abriré vuestros ojos, abriré vuestros corazones, Los arrancaré de las garras de Satanás y los traeré de regreso a mi hijo Jesús.
¡Hoy estoy aquí, presente como siempre, en este Cerro Sagrado, en esta morada celestial donde pronto Dios se manifestará a través de Sus Ángeles y Sus Santos! Todo el Cielo descenderá sobre este Cerro que se convertirá en la morada de Dios, será grande y estará abierto a todos los pueblos, a todos aquellos que después del aviso querrán visitarlo:… encantados encontrarán la belleza del Cielo en la Tierra.
Hijitos míos, oh vosotros que me seguís en la fidelidad y el amor, os digo abrazando mi Corazón, que se mantengan firmes en la fe en Cristo Jesús, permanezcan a mi lado en la obediencia, no tengan miedo de nada, avancen, avancen con poder. , pronto recibiréis los dones del Espíritu Santo y seréis santos en Aquel que es el Santo.
Dios está con vosotros hijos míos, y si Dios está con vosotros nadie os podrá vencer, nadie os podrá hacer frente, la batalla ya la ganó Jesucristo, y vosotros saldréis victoriosos en él.
Los abrazo a todos y los colmo de mi amor, los abrazo en mis brazos y los beso en la frente, hijos míos, como Madre los abrazo a mi Pecho y los conduzco.
¡Adelante! No temas, el tiempo se ha acabado, tus ojos verán el cumplimiento de las profecías,... una tras otra se cumplirán, no temas, Dios está contigo.
Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,... así os bendice la Santísima Virgen. Trinidad.
Hijitos Míos, tened valor y fuerza:... vamos a vencer al Mal, pronto estaremos de nuevo en la Casa de Dios y Allí jugaremos y nos regocijaremos en las Cosas que Dios tiene preparadas para todos sus hijos.
¡Qué belleza poder recibiros en el Cielo! ¡Qué belleza, hijos míos, poder tenerlos a todos alrededor de Mí! Os diré cosas maravillosas, os guardaré en mi Pecho, os abrazaré y os besaré eternamente.
Yo, vuestra Madre celestial, la Madre de Jesús, la que Dios envió para traer al mundo al Salvador, Me devuelve hoy a Mí para devolverle a sus hijos.
¡Adelante! …junto mis manos a las vuestras, la batalla está abierta, estamos en el clímax de la batalla, hijos míos, no tengáis miedo, avanzad como leones rugientes sin miedo a quién tendréis delante porque tendréis tened la espada ardiente del amor, una espada de luz, San Miguel Arcángel estará a vuestro lado y será fiesta para todo el Cielo… finalmente, Dios verá su propia Luz en los ojos de sus hijos. Amén.
Fuente: https://colledelbuonpastore.eu/2022/02/11/sono-pronta-ad-entrare-nelle-vostre-case-e-unirmi-a-voi-prendervi-per-mano-e-condurvi-quale-corredentrice-nellultima-opera-in-salvezza/
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