Queridos hijos, dad lo mejor de vosotros mismos en la misión que el Señor os ha confiado. Imitad a José para ser grandes en la fe. La alegría de José estaba en el cumplimiento de la misión confiada por el Padre en el cuidado del Hijo Amado. José experimentó momentos difíciles, pero supo acoger el Llamado del Señor y fue fiel. Dios os llama. Esforzaos para ser fieles. Apartaos del mundo y volveos a Aquel que es vuestro Camino, Verdad y Vida. No permitáis que las cosas fascinantes del mundo os causen ceguera espiritual. Vuestra noble misión es ser en todo como Jesús. Abrid vuestros corazones al amor. La humanidad ha perdido la paz porque los hombres se han alejado del verdadero amor. No os desaniméis. Sed corajosos. Aquellos que permanezcan fieles hasta el final han de ser proclamados Benditos del Padre. No os olvidéis: El Cielo debe ser vuestra meta. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Yo os bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.
Fuente: https://www.apelosurgentes.com.br/es-es/mensagens/
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