ROSARIO A LAS SANTAS LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

 

 

 

Fue nuestro Señor mismo quien enseñó estas invocaciones a una humilde hermana del Monasterio de la Visitación de Santa María de Chamberí (Francia), Sor María Marta Chambón que falleció el 21 de marzo de 1,907.

Este rosario fue aprobado por el Papa San Pío X. Estas oraciones han sido enriquecidas con 300 días de indulgencias, cada una, por un Indulto de la Sagrada Penitenciaría de 16 de Enero de1924.

Se reza con un Rosario común así:

Por la señal de  la Santa Cruz,
de nuestros  enemigos:
Líbranos, Señor,  Dios nuestro;

En el nombre  del Padre, del Hijo, y del Espíritu  Santo. Amén.

V. Oh Jesús, Salvador Divino, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

R. Amén

 

V. Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, tened piedad de nosotros y del mundo entero.

R. Amén

 

V. ¡Gracia y misericordia Jesús mío; durante los peligros presentes. Cúbrenos con Tu preciosísima sangre!

R. Amén

 

V. Eterno Padre, muéstranos tu misericordia por la sangre de tu querido Hijo. Te lo suplicamos muéstranos tu misericordia.

R. Amén, Amén, Amén. 

 

Primer Misterio: Llagas de Sus Sagrados Pies

Señor Mío Crucificado, adoro las Sagradas Llagas de Tus Pies. Por el dolor que sufriste y por la Sangre que derramaste, concédeme la gracia de evitar el pecado, y de seguir constantemente, hasta el fin de mi vida, el camino de las virtudes cristianas. Amén.

En las cuentas del Padre Nuestro: Eterno Padre, yo te ofrezco las Santas Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.

En las cuentas del Ave María (10 veces): Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de Tus Santas Llagas.

 

Segundo Misterio: Llaga del Sagrado Costado

Señor Mío Crucificado, adoro la Llaga de Tu Sagrado Costado. Por la Sangre y Agua que derramaste, te ruego enciendas en mi corazón el fuego de Tu Divino Amor y me concedas la gracia de amarte por toda la eternidad. Amén.

En las cuentas del Padre Nuestro: Eterno Padre, yo te ofrezco las Santas Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.

 En las cuentas del Ave María (10 veces): Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de Tus Santas Llagas.

 

Tercer Misterio: La Llaga de la Mano Izquierda

Señor mío Crucificado, adoro la Llaga Sagrada de Tu Mano Izquierda. Por el dolor que sufriste y la Sangre que derramaste, te ruego que no me encuentre a Tu izquierda con los condenados en el día del Juicio Final. Amén.

En las cuentas del Padre Nuestro: Eterno Padre, yo te ofrezco las Santas Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.

 En las cuentas del Ave María (10 veces): Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de Tus Santas Llagas.

 

Cuarto Misterio: La Llaga de la Mano Derecha

Señor mío Crucificado, adoro la Llaga Sagrada de Tu Mano Derecha. Por el dolor que sufriste y la Sangre que derramaste, te ruego que me bendigas y me conduzcas a la Vida Eterna. Amén.

En las cuentas del Padre Nuestro: Eterno Padre, yo te ofrezco las Santas Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.

 En las cuentas del Ave María (10 veces): Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de Tus Santas Llagas.

 

Quinto Misterio: Las Llagas de Su Sagrada Cabeza

Señor mío Crucificado, adoro las Llagas de Tu Santa Cabeza. Por el dolor que sufriste y por la Sangre que derramaste, te ruego me concedas constancia en servirte a Ti y a los demás. Amén.

En las cuentas del Padre Nuestro: Eterno Padre, yo te ofrezco las Santas Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.

En las cuentas del Ave María (10 veces): Jesús mío, perdón y misericordia: por los méritos de Tus Santas Llagas.

 

Al terminar el rosario se dice tres veces: Eterno Padre, yo te ofrezco las Llagas de nuestro Señor Jesucristo, para curar las llagas de nuestras almas.

 

En el nombre  del Padre, del Hijo, y del Espíritu  Santo. Amén.

 

 

 

 

 

 


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