Por la señal...
Acto de contrición...
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Omnipotente y sempiterno Dios, que te dignaste revelar a tus siervos en la confesión de la verdadera fe la gloria de tu eterna Trinidad y que adorasen la unidad en tu augusta Majestad: te rogamos, Señor, que, por la firmeza de esa misma fe, nos veamos siempre libres de todas las adversidades y peligros de pecar y que nos sea concedida la gracia que te pedimos en esta Novena. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Consideración (la propia del día; petición y tres veces el Gloria Patri... en honra a la Santísima Trinidad).
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
"Haz, Señor, Dios nuestro, que para la salud del cuerpo y del alma nos aproveche... la confesión de la sempiterna y santa Trinidad e individua unidad", a quien sea dado todo honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA PRIMERO: MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD
El misterio de la Santísima Trinidad es el más grande del cristianismo: un Dios en tres personas distintas e iguales en perfección. Cada una de las tres personas es Dios, el mismo Dios. Este misterio lo recordamos al recitar el Credo, al, santiguamos, al decir: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Es un misterio incomprensible. ¡Más son tantos los misterios, tantas las cosas que vemos y no comprendemos! Los sabios no saben qué es la luz, la vida, la energía atómica... Si comprendiéramos este misterio, Dios no sería Dios, el infinito no sería infinito, puesto que le medirla nuestro menguado entendimiento. Creámoslo porque Dios nos lo ha revelado y la Santa Madre Iglesia nos lo enseña Hagamos un acto de adoración: Gloria a Ti, ¡oh Santísima Trinidad!
DÍA SEGUNDO: MISTERIO INCOMPRENSIBLE
Jesús dijo a sus discípulos: ''Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo..." (Mt., 28, 18). ¿Quién puede comprender este misterio? "¡Oh, profundidad de las riquezas, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios y cuán, inescrutables sus caminos!" (Rom, 11, 33). "Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de los ejércitos; llenos están los cielos y la tierra de su gloria" (Is., 6, 3). Señor yo te adoro y creo tus verdades y misterios revelados.
DÍA TERCERO: NO HAY TRES DIOSES, SINO UN SOLO DIOS
"Decimos que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, y nadie duda que Dios sea sustancia; sin embargo, no hay tres dioses, sino un solo y único Dios, que es la Trinidad excelsa. Grande es el Padre, grande es el Hijo y grande es el Espíritu Santo; pero no hay tres grandes, sino un solo grande. Está escrito: Tú sólo eres Dios grande (S., 85, 10), y esto no se ha de entender exclusivamente del Padre..., sino también del Hijo y del Espíritu Santo. Bueno es el Padre, bueno es el Hijo y bueno es el Espíritu Santo; sin embargo, no son tres los buenos, sino un solo, de quien se dijo: Nadie es bueno, sino sólo Dios (Le., 18, 19). En el nombre del Padre sólo el Padre se incluye; más en la palabra Dios se incluye al Hijo y al Espíritu Santo, pues en la Trinidad sólo hay un Dios" (S. Agustín).
DÍA CUARTO: REVELACIÓN DEL MISTERIO
"Bautizado Jesús, salió luego del agua. Y he aquí que vio abrírsele los cielos y al Espíritu de Dios descender como paloma y venir sobre ÉL Mientras una voz del Cielo decía: ''Este es mi Hijo muy amado en quien tengo mis complacencias" (Mt, 3, 16-17). "Vemos y contemplamos el gran espectáculo que Dios ha querido presentamos en las orillas del Jordán, al damos a conocer el misterio de la Santísima Trinidad... Aquí tenemos especificada, en cierto modo, la Santísima Trinidad: al Padre en la voz, al Hijo en el hombre y al Espíritu Santo en la paloma... Tenemos, por consiguiente, la distinción de Personas en la Trinidad" (S. Agustín).
DÍA QUINTO: CONFESIÓN DE FE
Con toda firmeza confesamos que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios en la Trinidad inseparable. De tal suerte que el Hijo no es el Padre ni el Padre es el Hijo, ni el Espíritu Santo es el Padre o el Hijo, sino el Espíritu del Padre y del Hijo. Confesamos que esta divinidad, que permanece en sí misma y que todo lo crea y renueva, que lo manda todo fuera de sí y lo atrae otra vez, que juzga y salva, es en sí misma inseparable" (S. Agustín). Digamos con fe y con amor: Gloria al Padre, gloria al Hijo y gloria al Espíritu Santo.
DÍA SEXTO: SOMOS TEMPLOS DE LAS TRES DIVINAS PERSONAS
Jesucristo dice: "Si alguien me ama -si vive en gracia-, mi Padre le amará y vendremos a él (¿quiénes? Las tres Personas Divinas que sólo hacen un Dios) y estableceremos dentro de él nuestra morada" (Jn., 14, 23). ''El Padre y yo somos una misma cosa" (Jn., 10, 30). "Quien me ve a Mi ve a mi Padre" (Jn., 14, 9). "La gracia de nuestro Señor Jesucristo y la caridad de Dios Padre y la participación del Espíritu Santo sea con todos vosotros" (2 Cor., 13). "¡Esta es la vida eterna! Que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo" (Jn., 17, 3).
DÍA SÉPTIMO: LA TRINIDAD MISTERIO DE AMOR
"Meditemos las obras de la Trinidad sobre nosotros y para nosotros, desde el principio del mundo hasta el fin, y veamos cuán solícita anduvo aquella Majestad a quien incumbe la disposición y gobierno de los siglos de que no nos perdiésemos para siempre... Ya veis, pues, con cuánta verdad se expresó aquel que dijo: El Señor anda solícito por mí (S., 39, 18). El Padre por redimir al siervo no perdona al Hijo; el Hijo por él se entrega a la muerte gustosísimamente; uno y otro envían al Espíritu Santo, y el mismo Espíritu pide por nosotros con inefables gemidos" (S. Bernardo).
DÍA OCTAVO: CREAMOS QUE HAY UN DIOS Y TRES PERSONAS
"Adoramos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, distinguiendo tres personas y uniendo la divinidad, y sin reducir los tres a uno solo, para no incurrir en el error de Sabelio; ni separarlos y dividirlos en tres cosas diversas, para no incurrir en el error y locura de Arrio... Así, pues, debemos admitir un solo Dios y confesar tres hipóstasis o personas, y cada una con sus propiedades... Un solo Dios y una e idéntica esencia en Dios" (S. Greg. Naz.). Bendita sea la santa e individua Trinidad que todas las cosas crea y gobierna, ahora y siempre y por infinitos siglos de los siglos.
DÍA NOVENO: EL MISTERIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD EXIGE DE NOSOTROS LOS MAS VIVOS SENTIMIENTOS DE AMOR HACIA LAS TRES DIVINAS PERSONAS:
Hacia el Padre, que nos creó y nos conserva la vida; hacia el Hijo, que nos redimió y nos fortalece con sus Sacramentos, especialmente con la Eucaristía..; hacia el Espíritu Santo, que nos santifica con su gracia y dones celestiales... Pensemos que Dios ha querido que seamos templos suyos mientras vivimos en gracia. Cuando un sacerdote va por la calle llevando el Santo Viático, ¡qué recogido y modesto va! ¡Qué modestia y recogimiento no debiera ser constantemente del nuestro pensando que llevamos con nosotros la divinidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!
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