LETANIAS A LA DIVINA MISERICORDIA

 


 

/†\ Compuestas por el Padre Miguel Sopocko, confesor y director espiritual de Santa Faustina, preparado especialmente por el Señor para la Santa, durante los años que ella fue asignada al convento de Vilna. El proceso diocesano para su beatificación fue inaugurado el 4 de diciembre de 1987.

 

Por la señal de  la Santa Cruz,
de nuestros  enemigos:
Líbranos, Señor,  Dios nuestro;

En el nombre  del Padre, del Hijo, y del Espíritu  Santo. Amén.

Señor, ten Misericordia de nosotros.

Señor, ten Misericordia de nosotros.

Cristo, ten Misericordia de nosotros.

Cristo, ten Misericordia de nosotros.

Señor, ten Misericordia de nosotros.

Señor, ten Misericordia de nosotros.

Cristo, óyenos.

Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos.

Cristo, escúchanos.

Dios, Padre celestial,

ten Misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo,

ten Misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo,

ten Misericordia de nosotros.

Santísima Trinidad, un solo Dios, verdadero

ten Misericordia de nosotros.

Jesús, Rey de Misericordia, por quien fueron creadas todas las cosas:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que has redimido al mundo:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos has santificado:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos has revelado el misterio de la Santísima Trinidad:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos has manifestado la Omnipotencia de Dios:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que has creado los Ángeles:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que de la nada nos has llamado a la existencia:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que abarcas todo el universo:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos has dado la vida inmortal:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos proteges de las penas merecidas:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos libras de la miseria del pecado:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos has confiado a la Santísima Virgen, Madre de Misericordia:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que te hiciste hombre para sellar una Nueva Alianza: 

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que sufriste la muerte para salvar a la humanidad: 

Confío en Ti.

Jesús, rey de misericordia, que escuchas a quien recurre a ti: 

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que te anticipas con tu Gracia:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos has revelado el Misterio de Dios:

Confío en Ti.

Jesús, rey de misericordia, que nos has dado la Santa Iglesia:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos has dado los Santos Sacramentos de la salvación:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nos limpias con los Sacramentos del Bautismo, Penitencia y Unción: 

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, por la cual nos sostienes con los Sacramentos de la Eucaristía y del Sacerdocio:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que buscas la conversión de los pecadores:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que iluminas a los que no tienen fe: 

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que la haces resplandecer en la santificación de los justos:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que brota de tus Santísimas Llagas:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, que nace de tu Santísimo Corazón:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, alivio de los enfermos y de los que sufren:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, consuelo de los afligidos:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, esperanza de los que desesperan:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, refugio de los moribundos:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, refrigerio de las almas del purgatorio:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, corona de Todos los Santos:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, alegría de los bienaventurados:

Confío en Ti.

Jesús, Rey de Misericordia, fuente inextinguible de milagros

Confío en Ti.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:

Perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:

Escúchanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo:

Ten misericordia de nosotros.

V.- Las Misericordias del Señor se extienden sobre todas sus criaturas.

R.- Por esta causa cantaré eternamente sus Misericordias.

Oración:

Oh Dios clementísimo, Padre de las Misericordias y Dios de toda consolación, que no quieres que perezca ninguno de los que creen en Ti. Inclina tu mirada sobre nosotros y multiplica tus Misericordias según la grandeza de tu compasión, a fin de que en las grandes calamidades de la vida jamás desesperemos, antes bien, con gran confianza,, nos sometamos a tu Voluntad que es tu misma Misericordia. Por los méritos de Jesucristo Nuestro Señor, Rey de la Misericordia, que con el Padre y el Espíritu Santo nos la dispensa por los siglos de los siglos. Amén.

En el nombre  del Padre, del Hijo, y del Espíritu  Santo. Amén.

 

 

 

 

 


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